Cómo liderar a un colaborador experto








1 de Marzo, 2025
N° 072 | Tiempo de lectura - 2 minutos










Como médico que se dedica a administrar, muchas veces me ha tocado liderar equipos donde uno o más miembros saben mucho más que yo en un área específica.
Y, la verdad, no ha sido nada fácil.
Por ejemplo, en mi carrera me ha tocado:
Dirigir equipos donde médicos y kinesiólogos son expertos y han escrito libros sobre neurorrehabilitación.
Gestionar equipos de cirujanos altamente especializados con ortopedistas que publican investigaciones y presentan habitualmente en congresos internacionales.
¿Cómo liderar sin ser el más experto y lograr los mejores resultados?
Luego de años de experiencia y aprender de varios errores también, he llegado a algunas claves que hoy tengo presente y sigo al pie de la letra.
Acá van:
1. Reconoce su experiencia sin perder liderazgo
Nada genera más resistencia que un líder que ignora o minimiza la experiencia de su equipo.
En lugar de sentirte amenazado por su conocimiento, utilízalo a tu favor.
Esto, naturalmente requiere una combinación de seguridad en uno mismo y humildad. Pero hecho de la manera correcta, permite que se generen grandes avances y que el equipo salga fortalecido:
Un ejemplo real: Tiempo atrás en un comité para optimizar protocolos de rehabilitación en al Instituto Teletón donde trabajaba, una Terapeuta Ocupacional con décadas de experiencia proponía un enfoque que yo no conocía en detalle.
En lugar de cuestionarla, le pedí que expusiera su propuesta con evidencia y organizamos una sesión para discutirlo con el equipo.
Resultado: el plan mejoró y el equipo sintió que su expertise era valorada.
📌 El dato: Un estudio de Gallup muestra que empleados que sienten que su experiencia es reconocida tienen un 27% menos de probabilidades de cambiar de trabajo.
2. Procura objetivar los análisis para disminuir los sesgos
Los expertos pueden tener opiniones firmes basados en su experiencia previa (lo que es muy valioso), pero muchas veces esas opiniones contienen sesgos e imprecisiones.
Además, cuando dos expertos discuten, generalmente cada uno termina hablando desde la experiencia práctica que vivió, y no necesariamente sobre datos objetivos.
Esto puede ser peligroso para un proyecto, dado que si esas opiniones tienen sesgos muy profundos (por ejemplo ese experto trabajó en el sistema público, pero el proyecto actual se está desarrollando en el sistema privado) se generará un mal diseño.
Una práctica útil para disminuir esto, es tener a mano algunas premisas y encuadres básicos.
Por ejemplo, durante un análisis acalorado puedes simplemente decir:
Es indiscutible el valor de la experiencia acumulada que ustedes traen a esta discusión. Les parece que además miremos qué nos dicen los datos? o lo que nos dice la evidencia?"
Otra frase que uso habitualmente es preguntar:
En base a la experiencia que tienen, ¿Cuáles ven que son los mayores riesgos? ¿Por qué?
3. Dales autonomía, pero sin perder el control
Ser líder no significa saber más que todos, sino garantizar que el conocimiento del equipo se traduzca en acción efectiva.
No es microgestionar, es guiar.
Ejemplo real: En un proyecto de mejora de calidad tiempo atrás, una jefe de enfermería tenía una idea innovadora para optimizar tiempos de espera para atenciones de pacientes crónicos, pero dudaba sobre cómo ejecutarla.
En lugar de decirle qué hacer, mi trabajo fue hacerle las preguntas correctas, definir puntos de control regulares y brindarle respaldo ante otras áreas.
El resultado: el proyecto se implementó con éxito, generó impacto en los indicadores y la jefa de enfermería ganó confianza como líder.
Reflexión final
Liderar a un colaborador experto no se trata de demostrar que sabes más, sino de convertirte en el facilitador que alinea talento, experiencia y objetivos estratégicos.
📌 Tu rol: Valora el conocimiento de tu equipo, usa datos para definir el rumbo y dales espacio para brillar sin perder de vista la dirección general.
Un abrazo,
Cristian