El Ingreso Pasivo en Gestión








por Cristian Saavedra | Tiempo de lectura - 2 minutos










En finanzas, el “ingreso pasivo” es el dinero que se recibe sin necesidad de un trabajo regular.
Habitualmente es producto del arriendo de una propiedad, tener acciones de una empresa o haber generado un producto de venta masiva (libro, canción, programa de educación online, etc).
Distinto es el “ingreso activo”, como el sueldo, que requiere trabajar cada día.
Aún cuando requiere esfuerzo previo (para comprar el departamento alguien debe ahorrar, para escribir un libro hay que invertir cientos de horas), tener ingreso pasivo es muy conveniente. Genera crecimiento económico y riqueza. Son las de mayor valor.
En gestión hay actividades que se comportan de la misma forma.
Existen actividades – que llamaremos de valor “pasivo”- que generan beneficios en forma permanente luego de una inversión inicial de tiempo y energía. No requieren que estemos presentes en cada momento.
En la otra vereda, existen una amplia variedad de actividades que llamaremos “valor activo”, o sea, que traen beneficios sólo mientras se ejecuten. Mientras desarrollemos la actividad.
Valor Pasivo
Tres actividades que comúnmente encontramos en este grupo son:
1. Selección y formación de personas
Seleccionar a la persona correcta genera beneficios exponenciales.
Y es aún más importante en de liderazgo, por la influencia sobre un equipo.
Un buen líder amplifica su impacto potenciando el trabajo de un equipo, mientras que uno no adecuado lo deteriora
Del mismo modo, invertir en formar personas a través de coaching o mentoría, genera también beneficios de largo plazo.
Tomemos el ejemplo de un cirujano que toma el rol de jefe de equipo. Probablemente el cirujano tendrá competencias clínicas, académicas o de investigación; pero no necesariamente habilidades de liderazgo (inteligencia emocional, autoconocimiento, empatía,etc).
Al invertir en un programa de mentoría o desarrollo de competencias haremos que pueda no solo generar beneficios a través de su trabajo quirúrgico, sino también potenciar al resto de su equipo.
2. Mejora o rediseño de procesos
Al mejorar un proceso abrimos la posibilidad a que la entrega de un servicio mejore sistemáticamente en el futuro.
Supongamos que mejoramos el proceso de agendamiento de pacientes quirúrgicos, derivando en un aumento de la utilización de pabellones (y por lo tanto más pacientes operados)
Al inicio necesitaremos crear una nueva metodología. Desarrollaremos herramientas informáticas y de análisis de datos (lo que supone un costo en tiempo y energía). No veremos los efectos en el corto plazo.
Sin embargo luego, una vez diseñado, solo necesitaremos seguir los pasos correctos y una inversión menor de energía para que se “capitalicen” los beneficios y se operen más pacientes (o suspendan menos cirugías), cada día de funcionamiento de pabellón.
3. Implementación de monitoreo de resultados e indicadores
Una de las principales barreras que experimentan los equipos al introducir mejoras es no conocer periódicamente el estado de los resultados.
Disponer de información pertinente en forma periódica, tanto clínica como administrativa, permite que los equipos puedan tomar mejores decisiones, identifiquen tempranamente desviaciones en resultados y puedan implementar mejoras oportunamente.
Invertimos en desarrollo, probamos modelos de análisis y visualización de datos. Tiempo y energía.
Pero luego, capitalizamos los beneficios de manera consistente en el tiempo
Valor Activo
Acá encontramos la mayoría de las funciones administrativas como organizar turnos, supervisar la asistencia de los trabajadores y reemplazar las tareas de los que faltaron.
También las actividades habituales como reuniones periódicas de seguimiento, comunicar novedades institucionales, reparar problemas informáticos o realizar mantenimiento a equipamiento.
Actividades ciertamente necesarias para el funcionamiento de una unidad o área clínica.
Síntesis
Las actividades de valor activo (las que requieren esfuerzo constante) son sin duda necesarias y deben hacerse. Pero sólo generan beneficio sólo cuando se ejecutan y no necesariamente hacen crecer la institución en el largo plazo
Las actividades de valor pasivo, son las que en definitiva mejoran y hacen crecer la institución en el largo plazo.
Como líder debes preocuparte que las actividades de valor activo se ejecuten bien, pero debes constantemente estar identificando potenciales actividades de valor pasivo que permitan generar mejoras estructurales y permitan efectivamente mejorar el servicio de manera estructural
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