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Qué son las Evaluaciones Económicas en Salud

por Cristian Saavedra | Tiempo de lectura - 2 minutos

Los buenos gestores deben hablar con números.

No decir “estamos atendiendo más”

Decir: “la producción aumentó un 20% sobre el trimestre pasado”

No decir: “los pacientes están más contentos”.

Decir: «el índice de satisfacción aumentó un 15%.

Tampoco opinar que “lista de espera esta peor”

Plantear con seguridad que «que el tiempo de espera aumentó en 50 días, 20 días sobre el estándar».

Y al hablar de costos e impactos, también deben hablan en números…

Es acá donde juega un rol clave la “Economía de la Salud”.

La Economía de la Salud es la disciplina que se encarga de analizar los costos, valor, beneficio e impacto de las intervenciones en salud, a través de diversos análisis y técnicas económicas.

Particularmente, en este artículo quiero comentarles cuatro de los análisis más comunes que se usan para hacer estas evaluaciones.

Pero primero ¿qué es una evaluación económica?

Una evaluación económica es una técnica que permite saber si un programa es eficiente o no. Esto es, si los recursos que invertimos en este programa producen resultados adecuados que justifiquen el gasto. Si es más conveniente la inversión en ese programa o es mejor destinar los recursos a otro.

Tipos de evaluaciones económicas

Hay diversos tipos de evaluaciones económicas. Pero el factor común es que todas comparan alternativas en términos de sus Costos y Efectividad

Ahora, una de estas alternativas podría ser lo que se está realizando actualmente (por ejemplo, si voy a evaluar la incorporación de una nueva técnica quirúrgica, la comparación se podría hacer o con otra técnica nueva o con la actual). Pero debe existir comparación.

Cuatro de las evaluaciones más comunes son las que presento a continuación. (Tip: La diferencia fundamental está en cómo se considera la variable efectividad)

1. Análisis Costo Minimización (ACM)

Este análisis asume que las alternativas comparadas (tratamientos, intervenciones, programas etc…) tienen la misma efectividad.

Si bien en la práctica es difícil que dos alternativas tengan exactamente la misma efectividad; puede ocurrir que no haya suficiente evidencia documentada de ello y se tenga que tomar decisiones solo con el costo. Por ejemplo, si quiero evaluar si incorporo un antibiótico al protocolo de manejo de infección respiratoria, y no tengo disponible la evidencia de la magnitud de la efectividad de este antibiótico (sé que sirve, pero no tengo claro el impacto especifico) podría asumir que tienen efectividades comparables y hacer un análisis costo minimización. Si bien metodológicamente no es lo óptimo, los ACM podrían ser de gran utilidad en muchas instituciones donde no tengo recursos para análisis más avanzados.

2. Análisis Costo Efectividad (ACE)

Estos análisis asumen que los beneficios de las estrategias evaluadas no son comparables. Entonces se usan métricas específicas para estimarlo (ej. años de vida ganados, mejora en alguna escala de funcionalidad o calidad de vida).

Veamos el ejemplo de un ACE para evaluar dos combinaciones de tratamiento para un cáncer (cirugía sola vs cirugía+quimioterapia) que tienen niveles de sobrevida y costos distintos.

El primero tiene costo de 10 millones y una sobrevida promedio de 5 años. El segundo tiene un costo de 20 millones y una sobrevida de 4 años. Para cada intervención podremos calcular la razón costo efectividad (dividiendo el costo por los años de vida ganados). La conclusión es que el costo por año de vida ganado del primer tratamiento es 2 millones (10/5), mientras que el costo por año de vida ganado del segundo es 5 millones (20/4). El primer tratamiento, en consecuencia, tiene una mejor costo/efectividad.

3. Análisis Costo Utilidad (ACU)

Este es un tipo de análisis de costo efectividad (del grupo anterior) pero que usa una medida estandarizada para estimar el beneficio. La más común es el AVAC (año de vida ajustado por calidad). Un AVAC va entre 1 y 0, donde 1 es un año vivido con calidad plena y cero es la muerte. Entremedio tenemos un amplio rango Si la persona tiene alguna discapacidad y estimamos que su calidad de vida está deteriorada a la mitad (existen métodos para hacerlo), decimos que cada año que vive cuenta como 0,5 AVAC.

Usar los AVAC nos permite un análisis mucho más preciso de los beneficios de una intervención, dado que consideramos no sólo la variable cantidad de vida ganada, sino también la calidad.

4. Análisis Costo Beneficio

Este tipo de análisis requiere que los beneficios se midan en dinero. Al tener sólo una unidad de medida la comparación es aún más directa. En el ejemplo de más arriba, en vez de calcular los años de vida ganados por el tratamiento del cáncer, necesitaría asignar un valor monetario a cada año ganado.

Si bien esto puede parecer complejo, hay técnicas para ello. Las más comunes son: Calcular cuánto podría producir, cuánto valora, o cuánto estaría dispuesto a pagar una persona por un año más de vida.

Palabras finales

En gestión habitualmente no tenemos las herramientas para calcular los AVAC y hacer una evaluación costo utilidad (que es una de las más precisas). Este es un campo bien específico de manejo de economistas y salubristas.

Pero sí podría hacer estimaciones intentando usar métricas más directas como la mortalidad. También, si sabemos los beneficios monetarios de una intervención podríamos plantear un análisis costo beneficio para tomar una decisión un poco mejor fundamentada.

No es necesario ser economista para gestionar un equipo de salud. Pero entender de economía ayuda a hablar con números y que nuestro trabajo tenga mejores resultados.

Acá está el link a un artículo breve y muy claro acerca de las evaluaciones económicas en salud. Buena parte del contenido lo obtuve de acá.

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