3 Cambios clave al iniciar roles de gestión y 9 formas de abordarlos








21 de Marzo, 2024
N° 041 | Tiempo de lectura - 4 minutos










Hola!
Bienvenidos a Gestión en Simple, un newsletter con ideas y recomendaciones para quienes inician un rol de gestión.
Un rol de gestión puede significar gran crecimiento profesional, pero al principio se puede volver muy estresante si no se consideran los cambios que este nuevo rol implica. Los invito a conocer los cambios fundamentales de un rol de gestión y algunas estrategias para abordarlos
Tres Cambios Fundamentales al Iniciar un Rol de Gestión
Cuando empecé mi primer rol de gestión, tres cosas se me hicieron particularmente difíciles.
Con el tiempo, he visto que a la mayoría de quienes parten de jefes, encargados, coordinadores y directivos también les cuesta.
Creo que esto ocurre porque, en definitiva, el rol asistencial y el rol de gestión son esencialmente distintos. Y habitualmente no estamos preparados/as para el cambio.
Estos son tres cambios más importantes al empezar un rol de gestión:
Cambio 1: Debes Decidir Cómo Organizar tu Jornada de Trabajo
Antes, al trabajar en un rol asistencial tenías una agenda estructurada.
Si atendías pacientes, alguien (tu jefe o un planificador) estructuraba tu día y te citaban los pacientes. Tu jornada partía con un listado de personas que tenías que atender y terminaba cuando veías el último.
Si trabajabas en urgencia, sabías que tenías que atender todos los pacientes que llegaran en un bloque horario..
Si trabajabas en pabellón, la labor terminaba cuando concluía la última cirugía.
Ahora, cuando tomas un rol de gestión empiezas el día y tu agenda está (al menos en gran parte), vacía.
Sabes que tienes un listado interminable de tareas, correos que responder, reuniones que atender, peticiones de otros jefes y de tu mismo jefe, pero no está definido ni que vas a hacer primero ni en qué horario.
Debes decidir tú cómo organizar el tiempo.
Para la mayoría esto es un gran desafío. Debes aprender a decidir a qué tareas entregas mayor tiempo y atención. Qué hacer y qué delegar.
Mis recomendaciones principales:
Primero, entender que los roles de gestión son así y que no es extraño que nadie te diga qué hacer.
Usar el calendario de manera obsesiva. No tener una agenda es la receta a la anarquía y al fracaso. Mi mayor recomendación es agendar todo lo que se pueda, incluso los bloques para tareas rutinarias como leer correos, confeccionar informes o supervisar cierta área de trabajo.
Aprender a distinguir lo que es prioritario de lo que no es; y lo que es urgente realizar de lo que no. Una gran aliada es la “Matriz de Priorización de Eisenhower”.
Cambio 2: Tus Resultados Dependen de Otros
Antes, en un rol asistencial, tus resultados dependían de qué tan bien tú tomabas decisiones clínicas o ejecutabas diversos procedimientos. Si los pacientes además estaban satisfechos, aún mejor.
En un rol de gestión, especialmente si eres jefe, tus resultados dependen de que tan bien hagan el trabajo las personas de tu equipo.
Dicho de otro modo, tu trabajo es generar las condiciones para que otros realicen su trabajo de manera excelente.
Esto es un mundo de diferencia.
Y hace necesario aprender de temas como la comunicación, coordinación, colaboración y resolución de conflictos.
Mis recomendaciones clave:
Aprende del concepto “Inteligencia Emocional”, uno de los pilares en el desarrollo de habilidades interpersonales. Recomiendo partir por Daniel Goleman, uno de los autores que ha traducido y conceptualizado de manera más simple todo lo relacionado a este tipo de competencia.
Practica la empatía siempre. Entender desde donde mira una situación un otro es fundamental para el ejercicio del liderazgo. Detrás de todo conflicto interpersonal, hay alguien que no entendió desde lo que estaba percibiendo un otro.
Se amable. La amabilidad mejora el clima laboral y el rendimiento de manera significativa. Puede parecer muy básico, pero la amabilidad y el cultivar buenas relaciones es uno de los pilares fundamentales de la confianza en el trabajo.
Cambio 3: El Trabajo se Basa en Cumplir Objetivos y Metas
En un rol de gestión, el trabajo se trata de asegurar que se ejecuten correctamente un conjunto de actividades que sumadas en el tiempo contribuyen a objetivos y metas institucionales.
No se trata de terminar la cirugía o el grupo de pacientes agendados en el día; cómo en un rol clínico.
Se trata de que en el transcurso de 3 o 6 meses, se complete el proyecto para mejorar la compensación de un grupo de pacientes (crónicos por ejemplo)
Uno no es más difícil ni importante que el otro. Sólo son distintos. Y requiere una mentalidad y competencias distinta.
Mis tres recomendaciones principales:
Aprende a construir planes de acción con un método simple que puedas aplicar en menos de 5 minutos. Cualquier proyecto u objetivo requiere tres definiciones básicas: Actividades (qué se hará), Responsables (quién lo hará), y Plazos (cuando se hará).
Incorporar la mirada “numérica”. No necesitas ser economista ni estadístico, pero sí debes dominar muy bien lo básico: Construir gráficos y tablas simples, saber qué medidas de tendencia central usar en cada momento, interpretar indicadores.
Integrar conceptos básicos de gestión de operaciones: Entender lo esencial de gestión de procesos, capacidad instalada, y conceptos de tiempos de espera.
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Un rol de gestión es distinto a un rol asistencial. Considerar estas nueve recomendaciones básicas seguro te va a hacer la vida más fácil, sobretodo en el momento de la transición.
Buena semana,
Cristian